Algunas enfermedades crónicas, tales como la diabetes, fibromialgia, problemas cardiovasculares, esclerosis múltiple, VHI etc., tienen niveles de gravedad variados y distintas tanto a nivel social, familiar, laboral y personal, por lo que ayudar a la persona para que desarrolle estrategias de afrontamiento, resolución de problemas, cambio en los estilos de vida, son la pieza fundamental del tratamiento. El paciente con una enfermedad crónica debe de aprender de su enfermedad y debe articularse de herramientas psicológicas y emocionles para poder afrontarla. El psicoterapeuta le brindará un tratamiento psicológico basado en técnicas de relajación, en detección de pensamientos negativos, preocupaciones y miedos asociados a la enfermedad para poder cambiarlos por pensamientos más adaptativos y funcionales que le permitan adherirse a los tratamientos. También le ayudará brindándole estrategias conductuales para poder actuar frente situaciones relacionadas a la enfermedad cuando lo necesite.
El objetivo final de tratamiento es que la persona pueda mantener su autonomía lo más que pueda, pudiendo convivir en armonía con su enfermedad y así evitar que ésta no le permita hacer tareas o actividades que anteriormente hacía. En suma, lo que busca la terapia es que la persona pueda seguir sintiéndose integrada tanto familiar, laboral como socialmente, sin que las limitaciones que supone la enfermedad, provoquen mayores contratiempos más allá de los propios.